No hay cosa mas dura que estar con ganas de follar y no poder.
Este es caso de Tiffany una hermosas chica rebelde de 18 años que quiere que su controlador padre la deje hacer lo que ella quiera.
Tiffany se escapaba de la escuela para irse a tomar cerveza y fumar marihuana a casa de sus amigos, hasta su papi la descubrió y como castigo la envió a un internado de monjas en Holanda.
El tiempo pasó y la rebelde chica sin control se convirtió en un dulce flor que no mataba ni un mosquito, o al menos ese fue el cuento que el padre se comió, con papas y arroz.
Pues le permitió venir a casa para las vacaciones, y aunque ante sus ojos la pequeña chiquilla no hacían nada malo, pero antes de volver al internado dejo un regalo en la mesa de la oficina de papa.
Resulta que todo el verano estuvo metiendo a su novio a la casa para follar en su cuarto sin condon.
Alegando que no aguantaba la calentura mientras estuvo encerrada y tenía que sacarla antes de regresar.
Tiffany es toda una belleza, le gusta chupar pollas gordas y sentarse sobre ellas bien duro, además su camita de princesa tiene el rebote perfecto para darle una buena follada a una chiquilla tan mala y traviesa como ella y sus ricas nalgas.